La tradición narrativa la han empleado los pueblos para trasmitir la cultura a las nuevas generaciones. En la actualidad esa tradición narrativa se a perdido o poco se emplea, principalmente por el uso de los medios electrónicos. Sin embargo la narración es un medio eficaz para vivenciar la historia.
La narración y la imaginación creativa son procesos del saber histórico y contribuyen a la construcción significativa de representaciones del pasado en el aprendizaje de los niños.
Al ejercitar la narración sobre hechos históricos los niños ponen en juego destrezas y habilidades como la interpretación del texto, la lógica deductiva, la ubicación espacial y temporal, el análisis y la reflexión.
Cuando somos los adultos los que narramos con creatividad e imaginación ponemos en juego nuestros referentes históricos y motivamos al niño al aprendizaje significativo de la historia.
La narración creativa e imaginativa desarrollo la atención y el interés de los educandos no solo en historia sino incluso en otras materias.
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